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lunes, febrero 19, 2007

he salido a por un gato

Me ha llegado una cadena —de esas que dije que de pocas personas leía— con este contenido:
He salido a por un gato, he cogido el primero que he visto por mi calle y me lo he llevado a casa. Luego lo he encerrado en un cuarto oscuro para que al soltarlo la luz lo desoriente.
Al cabo de un día, lo he sacado a un patio interior que tengo, para que no pudiese escapar y ha estado correteando por el patio un buen rato.
Como veía que iba para largo, le he empezado clavar unas agujas de estas de coser en el lomo... a ver si las heridas conseguían pausarlo.
El caso es que sí, se ha empezado a cansar, esta claro que esas heridas y la pérdida de sangre cansan a cualquiera, así antes de que muriera y cuando he visto que su agonía era la justa como para no enterarse de quien estaba cerca he cogido un hierro afilado y zassss !!! Le he atravesado.
Seguramente le he destrozado el hígado y los pulmones porque ha muerto ahogado en su propio vómito de sangre.
Finalmente le he cortado las orejas y el rabo y ahora lo estoy arrastrando atado a una cuerda hasta el container de la esquina.
Me siento muy orgulloso de mi trabajo, me he divertido muchísimo !!!
Antes de que me llaméis de todo por favor leer lo siguiente:
Si cambias GATO por TORO, en vez de un hijo de puta maltratador de animales sin sentimientos ni escrúpulos, qué sería… ¿un maestro?
¿Me sacarías a hombros como un héroe?
No lo dudes, el toreo es una de las formas más cruentas de tortura y asesinato animal...

PÁSALO
Esta es la imagen que efectivamente tienen del toreo la mayoría de las personas. Son tantas las sandeces que en él se dicen que me produce una profunda repulsa.
Sin extenderme quiero decir que las banderillas no son la fase del castigo precisamente, que la corrida es una obra de arte que sucede en diferentes actos y todos tienen un cometido especial. El del picador —ese sí es de castigo, al igual que el capote— antes se hacía con los peores caballos sin cubrir para que cuando el toro los matase al empitonarlos (el toro no conoce de derechos de los animales) sintiera que progresaba en la batalla, que se cobraba una víctima, que todavía no estaba todo perdido y que aún podrá salir victorioso de la plaza.
Los espectadores de una corrida no aplauden que se castigue al animal, ni disfrutan con las escabechinas. Un torero que en la última suerte no acierte con el estoque y provoque una hemorragia y un sufrimiento inútil al toro será duramente abucheado.
Un torero maestro y un toro bravío son piezas fundamentales de un espectáculo digno. Si el toro demuestra un valor extraordinario será indultado y se le utilizará de semental. Cuántas estupideces se escriben acerca del toreo.
Death in the afternoon lo recomiendo a todo aquel que sabe que critica el toreo sin entender de qué va la cosa. Una vez que comprendas la fiesta respetaré que no te guste y tú respetarás a los que sí les gusta o al menos no escribirás semejantes tonterías. PÁSALO.