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Menudo revuelo está causando la decisión de clausurar la portada de la revista satírica el jueves. Y no es para menos, hace pocas semanas nos indignábamos con la reacción de esos salvajes mulsumanes sin sentido del humor que montaban en cólera por unas caricaturas.

Qué paradojas tiene la vida, hoy nuestra sociedad moderna y tolerante, la que disfruta de verdad de libertades, incluida por lo visto la de expresión, tiene a los policías recorriendo los kioskos para que no se pueda vender esto:


Se puede leer en el mundo la difusión que ha tenido la noticia. Evidentemente si se pretendía que la presunta injuria minimizase su dimensión y por ende su daño, la han cagado. La viñeta ya está en las páginas de toda la prensa internacional.

A mí esa revista no me gusta en absoluto y la viñeta me parece una vulgaridad, lo que no quita para que me una a la denuncia a esta sociedad de facto cada vez más contracorriente de la sociedad real.

Políticos y agentes sociales cómplices: no queremos policía en la calle por una viñeta ni gente criminalizada por copiar un cedé. Estamos en contra. Gobiernen para nosotros, que en nosotros reside la soberanía ¿o no?.