Windows XP
Desde que compré el PC en febrero del 2000 he tenido numerosos sistemas operativos y la informática ha cambiado una barbaridad. Me acuerdo de internet por modem via teléfono y me acuerdo sobre todo de Windows 98.
Antes de tener ordenador propio tuve que aprender a manejar uno en el trabajo, de aquel también me acuerdo, sobre todo del Windows 95 que tenía instalado. En aquel PC instalé Debian Potato cuando la informática era para hombres, mientras la masculinidad de mis amigos dependía de los ligues de verano, la mía estaba preocupada en hacer funcionar la tarjeta de sonido ISA de aquel viejo cacharro. Así yo me enamoré de aquel GNU/Linux, conseguí que todo funcionase a la perfección incluido aquel viejo modem —también ISA— al que tenía que asignarle una IRQ válida cada arranque. Pero GNU/Linux también me cambió a mí, me adaptó a su manera de funcionar. Mis amigos iban formalizando sus relaciones mientras yo iba estabilizando la mía con el pingüino y el ñu. El freakismo empezaba a hacer mella.
Este post lo empecé intentando alabar la estabilidad de Windows XP y como siempre se me ha ido el santo al cielo. Aquellos Windows que sufrí, nada tienen que ver con el sistema que tenemos hoy en día. No sé ni las veces que formateé aquellos Windows 9x pero sí sé las veces que formateé Windows XP: ninguna.
386 actualizaciones —incluida una para ver el dvd de Blancanieves y los siete enanitos— llevo instaladas en estos 6 años. 386 qué número tan guapo para tener un recuerdo freaky.
Así que dejaré el FUD para los seguidores del software privativo. Windows XP es un sistema operativo razonablemente estable y seguro. Sólo le falta el antivirus. Afortunadamente grisoft nos proveé de uno gratuitamente.
Sigan disfrutando de sus PC's.
Antes de tener ordenador propio tuve que aprender a manejar uno en el trabajo, de aquel también me acuerdo, sobre todo del Windows 95 que tenía instalado. En aquel PC instalé Debian Potato cuando la informática era para hombres, mientras la masculinidad de mis amigos dependía de los ligues de verano, la mía estaba preocupada en hacer funcionar la tarjeta de sonido ISA de aquel viejo cacharro. Así yo me enamoré de aquel GNU/Linux, conseguí que todo funcionase a la perfección incluido aquel viejo modem —también ISA— al que tenía que asignarle una IRQ válida cada arranque. Pero GNU/Linux también me cambió a mí, me adaptó a su manera de funcionar. Mis amigos iban formalizando sus relaciones mientras yo iba estabilizando la mía con el pingüino y el ñu. El freakismo empezaba a hacer mella.
Este post lo empecé intentando alabar la estabilidad de Windows XP y como siempre se me ha ido el santo al cielo. Aquellos Windows que sufrí, nada tienen que ver con el sistema que tenemos hoy en día. No sé ni las veces que formateé aquellos Windows 9x pero sí sé las veces que formateé Windows XP: ninguna.
386 actualizaciones —incluida una para ver el dvd de Blancanieves y los siete enanitos— llevo instaladas en estos 6 años. 386 qué número tan guapo para tener un recuerdo freaky.
Así que dejaré el FUD para los seguidores del software privativo. Windows XP es un sistema operativo razonablemente estable y seguro. Sólo le falta el antivirus. Afortunadamente grisoft nos proveé de uno gratuitamente.
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