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jueves, mayo 25, 2006

Un cambio esperadísimo

La afamada herramienta apt de debian, arrastraba desde sus orígenes una caristía importante: cada vez que hacías un apt-get update necesitaba bajar todas las fuentes, normalmente 4 ó 5 megas de información.
En la nueva versión esto se acabó, ahora sólo bajará la información de los nuevos paquetes, lo que en inglés llaman Incremental Package Information Updates.
Ya está en debian unstable, enseguida bajará a testing. Un gran día para el software libre. La información aquí.

miércoles, mayo 24, 2006

jaime urrutia & bunbury: nada por aquí



Por fin un método para hacer válido el código de youtube.

jueves, mayo 18, 2006

con dolor y absurdidad

No es por negarme ni es por tratar de enviarte un mensaje confuso.
Ando descalzo, me muevo furtivo entre hojas secas de una estación en silencio.
Recrea tu mirada. Contemplo tu ojo, me asombra ese punto distante al que me acerco, y lo intento, pero nunca alcanzo.
¿Qué valor tiene lo que se va directo al reciclaje? ¿poco? ¿nada?
Mero consumo, avatar tardío, hombro doblado de cargar siempre con el muerto.
Frases inconexas, ideas vagas. Punto tangible borroso. Asir es deseo y prohibición.
Me nutro abundante, reboso recurso. Me han puesto el uniforme, ya oprimo.
Inconsciente haré el trabajo sucio.
¡Quedaos en vuestra casa! ¡Pereced si sois inútiles!
Terremoto que amenaza tumbarme. Abundancia que tapa al que más teme el temblor.
Ideas echadas a perder por la mano del hombre.
¡Justicia! ¡Equilibrio! la sociedad moderna os tememos.

jueves, mayo 11, 2006

el verano

La carta era suya, lo reconocí por la letra en las señas. Me quise asegurar mirando el remite. En blanco. No cabe duda: es él.
...

Me paso el día mirando por la ventana. La vista es magnífica, nunca me canso de ella pero me atrapa en mi inmovilismo. No me quiero quedar quieta. Quiero conocer.
Sería injusto no compartir la vista. Desde la cama —sin necesidad de levantarme— y desde la silla desde la que devoro libros que devuelvo a la vida y que generosamente me recompensan, se aprecian imponentes los árboles que pueblan mi jardín, el huerto que cultivan mis padres y el corral donde inquietas corretean las gallinas. El paisaje rompe poco después en un bache de la orografía; me impide ver dónde mueren las olas pero me permite ver el mar, de él me llega su brisa y me refresca su aroma.
Este verano por fin me voy de viaje. Mamá me ha regalado un mes en una escuela de Burdeos. Mi padre ha consentido. Ya hago veinte años.
Estoy segura que no me va a decepcionar. Consciente de que toda imagen que tengo me viene de lo que me ha relatado Bea y desconfiada de su descriptiva, sé que soy de las que no se deja entristecer fácilmente; golpes me ha dado la vida, pero los libros me han enseñado a minimizarlos sólo con exponerlos a la simple comparación de las grandes tragedias que narran o gracias a su digestión rápida cuando los normalizan. También me han enseñado a ver valientes guerreros donde sólo hay árboles o curiosos personajes de circo donde sólo hay gallinas. No estoy loca, me trabajo mi felicidad.
Con Burdeos haré lo que haga falta para que no me decepcione. No me tomaré las experiencias de Bea al pie de la letra.
Hace dos años salí con un chico. Un poco cabrón. Pero Dios sabe que le quería. Me dejó él. Se fue a no sé dónde. No lo podía decir.
Misterio, físico, aventura. Lo tenía todo. Aunque me lo dosificaba en raquíticas raciones.
Ya estoy recuperada. Los libros me han ayudado. Cuántas chicas —y chicos— han padecido situaciones mucho más trágicas que la mía. No me convenía, o eso decía mi madre. Mi padre nunca llegó a enterarse.
Hoy me río con esa promesa de irnos juntos un verano. Ya me diría cuál. Aún sigo esperando.

—¡Marta! ahí viene el cartero. Baja a ver si tenemos correo.

Ya voy mamá.

miércoles, mayo 10, 2006

la negación

No se trata de llegar siempre el primero, no se trata de mantener a todo el mundo contento, no se trata de cumplir las que no son tus espectativas, no se trata de ti, no se trata de nada.
La negación. Es su culpa la mayoría de los males. La cabeza viene muy bien preparada para negar, mucho mejor que para afirmar.
Hay que hacer determinada cosa ¿hay que hacerla? joder como haya que hacerla... y yo qué sé cómo se hace. Negación, ven a mi rescate.
Aquí estoy. Para qué cojones tienes que hacerla ¿quién te la impone? ¿ no será aquel el payaso ese? Además, es inútil siquiera intentarlo: no te va a salir y seguro que encima después no sirve para nada.
¡Ay! la negación... ¡qué sabia eres! la autopista de la razón

Levantado, parado y aplomado. Pobre toro. Hoy comienza la feria de San Isidro.