estatuto catalán

El estatuto catalán es esa «pesadilla» que asola nuestra vida cotidiana desde hace ya demasiado tiempo. Los españoles somos, día tras día, espectadores obligados de lo que un grupo de políticos de medio pelo hace y deshace.
Al margen de opiniones políticas —sálvenme de estropear este blog— por qué tenemos que aguantar este pelotismo con Cataluña y esta falta del conocimiento de nuestra lengua más fundamental.
¿A quién sirven estos sujetos?
Fijaos en lo que está proponiendo el PSOE (pelotismo):

«La identidad singular y fisionomía colectiva de Cataluña, sus realizaciones y logros sociales y económicos, sus valores y sus instituciones tradicionales, son el producto de una larga y fecunda historia. Forman parte de esa identidad una lengua y una cultura propias, y un deseo de autogobierno que el pueblo de Cataluña ha reivindicado y defendido siempre. Esa historia ha sido compartida y hecha en compañía de los otros pueblos de España, a través de distintos regímenes políticos, manifestándose de manera más nítida en los periodos democráticos. La España plural de la Constitución de 1978 y de los estatutos de autonomía, inserta en Europa, debe mucho a Cataluña, y no es entendible sin la contribución decisiva del pueblo catalán».

Y qué manera de redactar, ¿cómo se puede aceptar que se escriba así?, esta gente por qué desprecia las normas de nuestra lengua que dicta la RAE alguien puede explicar ¿por qué se cargan nuestro idioma con clichés ridículos y coletillas absurdas incluso en los documentos oficiales?

«Coherentemente con todo lo anterior, ciudadanos y ciudadanas catalanas sienten a Cataluña como una nación, y ese sentimiento democrático es plenamente compatible con la pertenencia a un Estado, cuya Constitución, en el artículo 2, establece los principios esenciales de unidad y autonomía»

Ruego a los políticos que dejen en paz nuestro más preciado tesoro —la lengua— que nos permite comunicarnos y articular nuestro pensamiento y les ruego también que se vayan a la mierda de una puta vez.