Ayer me compré por fin este
DVD. Me hice con él en
Piraña Disco que es —aunque parezca increíble— la última tienda dedicada a la música que sobrevive de todo Xixón.
El precio: 18€. La primera impresión que me dio fue que el precio era elevado, después de tenerlo en las manos y haberlo visto me parece una ganga.
El formato de presentación es un bonito
digipack con generoso librillo de fotos y reseñas. A la duración total le faltan 54 segundos para llegar a las dos horas y media y es que al concierto completo del liceu le acompañan cinco cortes de la gira mexicana y cuatro videoclips, dos de ellos inéditos.
Tengo que empezar hablando del concierto principal, ése que tuvo lugar en el liceu el 30 de noviembre de 2006 y que fue el único que dieron en España. En total son 20 canciones de un repertorio equilibrado en el que ambos artistas colaboran a un nivel que no se ve en el disco de estudio. El peso de la primera parte del concierto, hasta
Gang-Bang que sirve de intermedio o cambio, recae principalmente en Nacho Vegas y he de decir que fue la parte más emocionante del
DVD. Nunca había tenido la oportunidad de ver las composiciones de Nacho acompañadas de tan generosa y virtuosa instrumentación y nunca había tenido oportunidad de verle a él desenvolverse en semejante escenario. Lo hizo genial, se me ponían los pelos de punta, hacía tiempo que no me llegaba tanto un directo.
La parte de bunbury no es menos digna, pero a Enrique estos escenarios le son más familiares y la compañía musical es la habitual suya así que no me sorprendí con él como con Nacho. Concluyo que si algo le debe Vegas a Enrique es, sin duda, la oportunidad de haber hecho un concierto como éste con el lujazo de su voz para los coros.
La parte mexicana es la guinda del pastel, un reflejo de lo grande que es bunbury en México y de lo bien que trató a Vegas acercándole a un público que mayoritariamente le pertenece. Los videoclips, lo reconozco, no los vi y dudo que lo haga, no me interesan en absoluto.
Nacho Vegas emocionante, bunbury camaleónico, todos estos años de colaboraciones y producciones variadas son la prueba más evidente de lo bien que se adapta y absorbe de diferentes artistas. El tiempo de las cerezas, dije y mantengo, es eminentemente Nacho Vegas, pero bunbury se adaptó tan bien que tiene composiciones que podrían ser de Nacho y que parecen ser de Nacho.
Qué bueno ver a estos dos artistas que tanto admiro juntos. Qué suerte. Fantástico. Emocionante. No se lo pierdan.