Fedora - Bordeaux

Hoy es un día grande, lo sería especialmente grande para mí si siguiese usando Fedora.
Fue cuando regresé de Inglaterra cuando Marco me pasó el cedé de Fedora 3 que supuso mi definitiva migración de la entonces abandonada —hoy casi olvidada— RedHat 9.
Fedora supuso un aliciente e incentivo, fue la primera distribución que cumplió todas mis necesidades de escritorio, con Fedora 3 sentí que mi dependencia a Windows perdía vigencia.
Fedora 3 fue la distribución más lóngeva y Fedora 5 es la que más ha tardado en salir.
La última vez que salí de España lo hice a Francia, un evento del que curiosamente no he hablado aquí: fui a ver un concierto de Robert Plant.
El concierto era en Bordeaux y así se llama la nueva Fedora. Lo entiendo como un guiño de las casualidades.
Yo ahora estoy en Debian y creo que para quedarme y/o hundirme junto con ella y el software libre (¡malditas leyes!).
Fedora es un plato que merece ser degustado, no pierdan la ocasión y bájenla aquí.